La principal recomendación en el tratamiento de este problema es evitar entrar en contacto con el alérgeno, pero a veces son difíciles de evitar porque están en casa como los ácaros de la humedad (gran problema en Canarias) o el pólen de las plantas (que vuelan con el viento). Por eso, si tu hijo es alérgico o lo sospechas, debes tomar varias medidas.